FLAUTA

La flauta travesera es un instrumento de viento con unas características tímbricas muy especiales. Su sonido es cálido y envolvente, con una tesitura de tres octavas que le permite moverse por el registro agudo con la misma facilidad que el violín.

El sonido que se obtiene del instrumento depende tanto de sus características acústicas como del dominio que el intérprete llega a tener sobre su cuerpo. De hecho, el sonido llega a ser muy personal una vez que se aprende a utilizar los resonadores que posee nuestro cuerpo. El control de la respiración es también fundamental en la interpretación con la flauta travesera, y ese es uno de los aspectos en los que se debe incidir durante su aprendizaje. En cuanto a la digitación, es un instrumento en el que se puede alcanzar gran destreza e interpretar pasajes muy rápidos. Gracias a todo ello, la flauta travesera permite abarcar un amplio repertorio musical, que incluye todas las épocas de la música clásica, la música folk, el flamenco o el jazz.
Durante el aprendizaje de este instrumento es importante estudiar la técnica básica que permitirá conocerlo en su totalidad: lectura, respiración, digitación y dominio de los tres registros (grave, medio y agudo). Además, se trabajan las diferentes articulaciones (ligado, picado simple y doble) y el uso de los adornos más comunes (como los trinos). Una vez conocidos estos aspectos técnicos se puede diseñar programas personalizados en función de las preferencias musicales de cada alumno. Se potencia la interpretación a dúo con otros instrumentistas (dúos de flauta, flauta y piano, etc.), lo que permite entender la música como una experiencia colectiva, más enriquecedora y divertida.

Este instrumento se puede practicar desde los siete años, sin que exista más límite que la ilusión por tocar. Por otra parte, una flauta travesera bien cuidada dura mucho tiempo y, a diferencia de otros instrumentos, prácticamente no conlleva gastos de mantenimiento. ¡Anímate y descubre el flautista que llevas dentro!